domingo, 30 de diciembre de 2012

XII

nosotros
estremecida era
sin compasión ni olvido
ni la nada
ni el todo
sólo un destello estéril
e ignaro
de plástico y mohín
nosotros extraviados
efímeros gigantes
que viven como enanos
bajo un sol de estrellas
a veces nos alzamos
nosotros, reflejo
escalofrío alado que acontece
más acá del espejo
de un amor sin mesura
iluminados
la luz de una caricia
es abismo y devora nuestra piel
consumiendo el vacío
en la frontera radiante
de tu candor bendito
nosotros
somos nube
somos lago
pájaro luminoso
y traspasado
por la ausencia
antigua y ya olvidada
de un resplandor dorado

viernes, 28 de diciembre de 2012

XI

La noosfera y el Buda
has jugado conmigo
¿cómo distinguir al bailarín de su danza?
he jugado contigo
te amé
ese espejo vacío
que refleja
para siempre cautivos
unos besos perdidos
he llorado de amor
nuestros trémulos juegos
cada nota tan dulce
insondables océanos
en un canto sin fin
un deleite infinito
innúmeras las puertas
en cada una mil besos
en cada beso mil puertas

viernes, 21 de diciembre de 2012

X

Sólo el viento voraz
recita su lamento
camino de la playa
no hay árboles
no hay nada
el bramido de las olas
el mar y sus arenas
que engullen estos pasos
con su hálito fugaz
allá adentro el desierto
donde se está tan solo
que se es la soledad
sonora océana mar
de nívea luz rugiente
que me acoge
y yo me entrego
furiosa rabia insólita
a su rozar innúmero
ternura oscura y limpia
donde el ávido sábulo
puedo saborear
su lengua desbocada
en la borrosa orilla
de besos desbordados
en bullicioso hervor
que me extravía
naufrago entre recuerdos
del piélago insondable de otro tiempo
de puro sueño glauco
en que jugaron solas
las aguas y mi alma
permanezco ausente
y empapado
frente a la extensión inusitada
memoria de un momento
del que no regresé.

Pasan ciertamente los días
uno detrás del otro
incesantes
en tanto, dime
¿quién sabe lo que somos?
alimentamos los recuerdos
o el anhelo de futuro
con tal de no escrutar
en la honda poza de nuestras entrañas
donde vive el presente
¿temerosos de hallar qué?
Acaso nada.
 La paz me colma en este lugar.

sábado, 15 de diciembre de 2012

IX

si mi llanto no te nombra
cuando el sortilegio iluminado
danza bajo la cúpula
de espacio formidable
bóveda infinita que se pierde
y nos ama
si mi llanto no te nombra
disculpa
cuando el tempo lento
de tus labios en los nuestros
en todas nuestras pieles
amadas 
en la espuma que se alza
alegre y libre
la risa sobre el viento
el niño
el quiebro alado
que perfuma la nada transparente
del abrazo
disculpa
si mi llanto no te nombra
más allá del rocío
que leve deleita los espacios
cuando el alba bosteza
no es mi llanto no es mío
si mi llanto no te nombra
entonces está cuerdo
y no es mi llanto

martes, 11 de diciembre de 2012

VIII


en este tenso océano simulado
navegando sobre la conjetura
de vastos inviernos sin estío
perdidos en un código sin mapa
extenso, computable y frío
el flujo de nuestra sintaxis traspasada 
apenas decidible
desde el lenguaje hasta nuestra mirada
al comienzo del tiempo cpu
y mientras atisbamos la bruma
inconcebible
del  Aleph no finito
sin poder decidir sobre un final
amor o desamor
recorre incesante las cadenas
perseguidos perseguimos
el símbolo cabal
el código binario que todo determina
lo qué sea que soy
quién acepta
los besos las fronteras los destinos
quién camina
los siglos la tierra la canción
quién ama sin medida
amor o desamor
no acierto a calcularme

miércoles, 5 de diciembre de 2012

VII

Ayer la luz
hoy el recuerdo
ayer la nitidez extrema
de las cosas reflejadas
en el descaro brillante
e inmortal
la percepción certera
del movimiento y las aristas
el silencio ardiendo en el asfalto
o tu piel de alquitrán
el aire el cielo la claridad
bajo algún puente
quietos los labios
las miradas
sin miedo
al viento y el espacio
extraviados
en la eternidad imposible
de un instante
voces audaces resonantes
la interacción, la vida
en las aceras y el cosmos
dentro del cráneo
risas menesterosas
jugando entre chatarra
indiferentes
a gélidos cuchillos
que no osaban rozar
al bien profundo
con sus olas
bailando en nuestros brazos
pordioseros
libres entre los cuatro ejes
la luz girando en los harapos
de las horas mugrientas
que bebimos hasta emborracharnos
aletea aún aquella risa
y su resaca en estos labios

domingo, 25 de noviembre de 2012

VI

Sueño tus sueños
recorro a veces
esos pasillos helados
de penumbra y ausencia
nadie contempla tu anhelo
tu bello rostro sereno
nadie aprecia
nadie juega contigo tus juegos
nuestro nombre es sólo uno
cuando en nuestros sueños
yo sí juego.

Deambulas sola
hermosa gema incandescente
que arde inaccesible
en la distancia oscura
transitas estancias vacías
vastos silencios
en tus ojos de océano

Te dio la espalda el camino
ahora el vacío brillante
ofrece la nada
una extensión sin nombre
que te traspasa
donde nadie te ve
donde nadie habla
no dices nada
el viento no roza tu mano
que resplandece, pura y frágil

Pero mis caricias todas
son tuyas
infinitos mis instantes
tuyos
todas mis vidas
y en la mañana fría
si mi alma aún alienta
es tuya

Cuando la escarcha del tiempo
que va quemando el mundo
te hiele los desnudos pies
los templaré
en las tardes oscuras sin besos
te besaré
cuando llegue el invierno
y te falten abrazos
te abrazaré

Cuando nadie pronuncie tu nombre
te llamaré
y si nadie juega
yo jugaré

Cuando todos lloren
reiré
enredados en sus necios afanes
te abandonarán
en las resplandecientes arenas de la nada
nos encontraremos
cuando ellos se marchen
yo llegaré
cuando olviden tu nombre
el mío te daré

martes, 13 de noviembre de 2012

V

Caminas indiferente sobre los campos,
asesino,
tus labios helados resplandecen
bajo la luz del crepúsculo azul
donde termina el mundo
corretea tu hija junto a ti
y el viento juega con las hojas
sus risas su vestido
el viento ululante en su lamento
repite tu nombre tu nombre
recorres indiferente los caminos
asesino.

Fueron tan dulces los besos de la tarde
ahora es otoño
tan dulces como el son cristalino del silencio
tan hermosos como el tazón de sopa
que en el invierno aguarda
y el eco de la canción templada de los ángeles
brillante aún en tu voz
que fuiste serafín ardiente
¿recuerdas la caricia de sus labios?
ese océano hecho de océanos
las olas de sus besos dentro de las olas
asesino ¿recuerdas?

lunes, 5 de noviembre de 2012

IV

Pasan los días. Los amaneceres remolonean perezosos debido al temporal interminable. El viento azota los caminos. Mis pasos, mis recuerdos. Soy todos y soy todas. Soy ninguna. Recorro las calles vestida por miradas recelosas. Labios marchitos musitan palabras pesadas que se deslizan como víboras hasta mis pies. Soy ese viejo loco, el que desgrana su solitario y estremecido discurso. Nadie escucha lo que digo.

Y en mi pecho germina la locura
de beberme el azul bajo las horas
de sentir a la luz sobre mi carne,
de mi corazón deshecho por el hambre.

Yo soy la anciana consumida
que arrastra sus harapos
y sostiene en sus brazos
como a un crío
la realidad
que yace exhausta
dejando atrás toda revolución
como pérfido engaño ya agotado
rueda infinita hasta que todo acabe...

Yo soy la niña maga
cuya risa juega en los caminos
su música calma el fuego de la noche
porque el cuento está vivo.

Ambas danzan su extravío
los pájaros traspasados de fulgor
dan forma a sus quiebros
como delicadas manos que trazaran
límpidos gestos en el aire
giraban y giraban
buscando agujeros de luz
en la noche del tiempo.

III

-        ¿Dónde vas?
- a Katum Huuk
- ¿qué lugar es ese?
- el lugar donde se cambia el mundo
- llévame contigo
- No puedo. Has de ir por tu propio pie. Ese camino que me lleva a mi no es el mismo que te lleve a ti

lunes, 29 de octubre de 2012

II

tus lienzos
pintora
mi locura
la dulzura de tu trazo
errante y peregrino
temblando todavía en mis sinapsis
la viveza de tu verdad
navega salvaje por mis venas
arrecian los inviernos
con sus noches de piedra
no hay vino en los cristales
las risas son los ecos
el brindis de otra era
fuego en el corazón

Tu oscuridad
Maga de luz
es mi delirio
suave la brisa
que juega con tus dedos
mi canción
embriagadora y lenta
la lluvia de tantos ocasos
aquellas almenas arruinadas
que contemplan los prados infinitos
de espacio y tiempo
forjado en el olvido
de tardes inclementes
el viento gris,
su latido oceánico,
se confunde
con mi respiración.

Recuerda la primera mañana
de desolación iluminada
tus colores fulguran
en una sola playa
aún no era invierno
contempla a la acechante fiera
el pánico ceñido de la presa
su existencia el quiebro
de la espuma en el azul
alto lamento primigenio
ya fue llanto siempre
en las orillas todas
hijas de la dulzura insinuada
en el pálido ápice de tu sonrisa
aquella.

domingo, 21 de octubre de 2012

I

Piedra, al final de tus ojos
mi encendida esmeralda
sobre los espacios
con ternura
acaricias la luz
ausente
piedra piedra
dolor quebrado
sobre tus entrañas en los campos
oh espacios brillantes
nos afanamos inermes
devorados
el universo es un templo
donde a veces somos
otras tu boca ruge
la canción de la estrella
cincela nuestra carne
de cristal y calma.

Como esas florecillas
se mecen en los prados
a la lumbre de tu brisa
bellas sin elección
nos inclinamos todos
a veces
el universo-templo
nos ha dejado fuera
y es sólo el eco
de una rima extraviada
quien marca el paso
de nuestras huellas sobre el agua.

Ebrio del licor de mis lágrimas
acaricio las sombras
en mis venas tu icor
no ilumina la noche
derramada en el exterior
de este crisol en que nos agitamos
orilladas mareas
oscuro vino de la tempestad
la enormidad de una mirada limpia
o los labios culpables y mudos
de la carne no amada.

martes, 17 de abril de 2012

Intro

Estas frases que, miserables, quisieran ser versos, son las excrecencias mentales de una simple criatura. No son su historia, ¿cómo narrarla? cómo el júbilo, cómo el llanto, el silencio brillante o el juego de instantes, el beso o la caricia de su ausencia. Esta pobre criatura. Una delgada línea de existencia que se contempla con asombro a sí misma. Apenas el latido de un pulso de energía y materia, fluidos, bioquímica, información y tiempo. Consciencia y humanidad extraviada entre la multitud de entrelazados cosmos. Este yo que ríe y llora, que ama y también en silencio. Sin el poder de curar pero con el deseo inmenso de curar. El chamán más impotente con los más grandes sueños. El animal más medroso enfrentando sin temor la enormidad. El señor de sus miedos. Tú que me lees, nada sabes de mi, pero percibirás un día la marca de mi hendidura. El fulgor hondo y brillante de mi amor de guerrero sobre el tejido espacio-tiempo. Que así sea.

PD: Respecto a extravío-1, fue escrito hace ya mucho tiempo sobre los charcos oscuros de un otoño lejano.. Su reflejo aún me busca algunas noches de invierno..
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