en el bullicio de los instantes
la ciudad de mi extravío
acaso fueron sus besos
o quizás fueron los míos
en alas de su sonrisa
amé la piel de aquel viento
la nívea luz de la arena
la canción de su silencio
donde se mece la pena
al borde del universo
estallan las nebulosas
ebrias de sangre y de tiempo
y brillantes alambradas
enjaulan al pensamiento
Donde se cruzan las copas
y los labios son de invierno
se repasan las fronteras
curvándose muy adentro
donde se rompe la lógica
y dulcemente me pierdo
donde los muelles y el alba
devoran los sentimientos
donde se mece la helada
y las lágrimas son fuego
que baja por las gargantas
cuando se muere la tarde
se confunden las miradas
y se olvidan los lamentos
donde se quema la aurora
y sólo vive el misterio
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