desde tu luz
a mi noche sin rumbo
mientras confundes
el silencio de la desolación
que enardece mi sien
con el tic tac de algún reloj
oh el tiempo
cuyos besos precisos
mienten desnudos
sus arrugas engañando a la piel
que desespera en tu mirar ajeno
como el mar en sus olas
entregado a la orilla
no hay mesura en la espuma
no hay renuncia
ni llanto en el poeta
que por eso no calla
ni hay batalla
tras tus besos sin labios
allá donde la noche
ebria de las estrellas
escupe su lamento
hastiada de tu luz
No hay comentarios:
Publicar un comentario