lunes, 29 de octubre de 2012

II

tus lienzos
pintora
mi locura
la dulzura de tu trazo
errante y peregrino
temblando todavía en mis sinapsis
la viveza de tu verdad
navega salvaje por mis venas
arrecian los inviernos
con sus noches de piedra
no hay vino en los cristales
las risas son los ecos
el brindis de otra era
fuego en el corazón

Tu oscuridad
Maga de luz
es mi delirio
suave la brisa
que juega con tus dedos
mi canción
embriagadora y lenta
la lluvia de tantos ocasos
aquellas almenas arruinadas
que contemplan los prados infinitos
de espacio y tiempo
forjado en el olvido
de tardes inclementes
el viento gris,
su latido oceánico,
se confunde
con mi respiración.

Recuerda la primera mañana
de desolación iluminada
tus colores fulguran
en una sola playa
aún no era invierno
contempla a la acechante fiera
el pánico ceñido de la presa
su existencia el quiebro
de la espuma en el azul
alto lamento primigenio
ya fue llanto siempre
en las orillas todas
hijas de la dulzura insinuada
en el pálido ápice de tu sonrisa
aquella.

domingo, 21 de octubre de 2012

I

Piedra, al final de tus ojos
mi encendida esmeralda
sobre los espacios
con ternura
acaricias la luz
ausente
piedra piedra
dolor quebrado
sobre tus entrañas en los campos
oh espacios brillantes
nos afanamos inermes
devorados
el universo es un templo
donde a veces somos
otras tu boca ruge
la canción de la estrella
cincela nuestra carne
de cristal y calma.

Como esas florecillas
se mecen en los prados
a la lumbre de tu brisa
bellas sin elección
nos inclinamos todos
a veces
el universo-templo
nos ha dejado fuera
y es sólo el eco
de una rima extraviada
quien marca el paso
de nuestras huellas sobre el agua.

Ebrio del licor de mis lágrimas
acaricio las sombras
en mis venas tu icor
no ilumina la noche
derramada en el exterior
de este crisol en que nos agitamos
orilladas mareas
oscuro vino de la tempestad
la enormidad de una mirada limpia
o los labios culpables y mudos
de la carne no amada.
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